Una carta de presentación o cover letter es tan importante como el CV a la hora de presentar tu candidatura a una oferta de empleo.

En muchas ocasiones, los responsables de recursos humanos no dedican más de un minuto a cada candidatura, por lo que la carta de presentación es una excelente oportunidad para llamar su atención y destacar sobre el resto de candidatos.

Investigar sobre la empresa contratante y dedicar tiempo a personalizar tu carta de presentación, asegurando que el contenido sea interesante para el responsable de selección, puede marcar la diferencia en la forma en cómo tu candidatura será recibida y evaluada.

La investigación previa es esencial

En la carta de presentación puedes ampliar aquello que ya sabes sobre la compañía. Para ello, deberás realizar una buena investigación sobre la misma y observar con detenimiento la descripción de las funciones de la oferta de empleo antes de comenzar a escribir.

Realizar una búsqueda exhaustiva sobre la empresa demuestra iniciativa, e indica que realmente estás interesado en el empleo. Por otro lado, esta investigación permite percibir el estilo y la cultura de la empresa, facilitando así la inclusión de la terminología correcta para que la redacción de tu carta encaje perfectamente con la compañía.

Dirige tu carta a una persona en concreto

Lo último que quieres es que tu carta y tu CV lleguen a la persona errónea o que, en el peor de los casos, nadie los reciba. Los datos de la persona de contacto suelen aparecer habitualmente en las ofertas de empleo, por lo que tu carta deberá dirigirse específicamente a la misma.

Sin embargo, si no aparece ninguna persona de contacto, puedes dirigirla a la persona responsable del departamento para el cual vas a presentar tu candidatura. Dirigirse a una persona en concreto, en lugar de hacer una entradilla genérica, marca la diferencia. Además, demuestra que te has preocupado en investigar quiénes son las personas dentro de la compañía, y este detalle siempre causará una buena impresión.

No te limites a copiar tu CV

La carta de presentación es la oportunidad de ampliar el contenido del CV, por lo que no es necesario repetir tu lista de cualificaciones y experiencia, sino que es mejor optar por señalar cómo tu incorporación podría aumentar el valor de la compañía.

Una buena manera de demostrar cómo puedes aumentar el valor a una empresa, es a través de ejemplos concretos de trabajo que hayas realizado, y que se relacionen directamente con los requisitos de la función para la cual te vas a presentar.

Escribe dos o tres frases para explicar las funciones de tu puesto anterior, cómo las ejecutaste con éxito, y de qué forma éstas beneficiaron a la empresa.

Sé conciso

La mayoría de las empresas prefiere recibir cartas de presentación que tengan una extensión máxima de una página: demasiado corta puede parecer que no te has esforzado mucho, y por el contrario, si es demasiado larga corres el riesgo de que el lector pierda el interés.

Las mejores cartas tienen tres párrafos o media página de texto, que es la longitud suficiente para conseguirse vender a la empresa en la cual deseas trabajar, sin dar demasiada información innecesaria.

Pídele a alguien que revise tu carta

Errores ortográficos y tipográficos en un texto pueden hacer la diferencia entre dos candidatos, o hacer con que tu candidatura sea descartada por demostrar una falta de atención al detalle.

Una vez que hayas terminado tu carta de presentación pídele a alguien que la revise, de cara a evitar cualquier error y garantizar que no se te escapa nada.

Finalmente, verifica si la gramática y la ortografía están bien, analiza si la redacción de la carta tiene sentido y si las frases son claras y concisas.


Tras acometer estos cinco pasos, ya puedes enviar tu candidatura... ¡Buena suerte!

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